Sabes que va a ocurrir, y no hay nada que puedas hacer para impedirlo.
Puedes sentirlo en el aire, en tu respiración, en tus ojos.
Es como una imagen jamás vista que estalla en miles de pedazos hiriéndote el alma.
Sabes que va a ocurrir, y que no puedes fingir; nadie lo hará.
Te sientas, bebes con desgana, te ahoga la acritud de tu propia saliva.
Resbalan por tu garganta las lágrimas que lloras por dentro, quemándolo todo a su paso.
Mueren los últimos atisbos de alivio, y miras su rostro.
Sabes que va a ocurrir, y acaba ocurriendo. Ocurre. Y duele.
Adiós.
Puedes sentirlo en el aire, en tu respiración, en tus ojos.
Es como una imagen jamás vista que estalla en miles de pedazos hiriéndote el alma.
Sabes que va a ocurrir, y que no puedes fingir; nadie lo hará.
Te sientas, bebes con desgana, te ahoga la acritud de tu propia saliva.
Resbalan por tu garganta las lágrimas que lloras por dentro, quemándolo todo a su paso.
Mueren los últimos atisbos de alivio, y miras su rostro.
Sabes que va a ocurrir, y acaba ocurriendo. Ocurre. Y duele.
Adiós.
3 comentarios:
Sólo sé que no se puede decir sólo "lo siento" cuando lo siento tanto, de esta forma.
Fuerza y Honor.
El problema es que la mayoría de las veces ni tan siquiera te van a ofrecer ese nimio "lo siento".
Sólo puedo decir que por cada día de amargura que pasa se resta un día en la cuenta para alcanzar una vida que seguro será mayoritariamente feliz.
Publicar un comentario