jueves, 4 de diciembre de 2008

Elegance And Style

Se trata de elegancia y estilo. No del qué, ni del por qué, sino del cómo.
Sobran los motivos, faltan razones. Pero...
Pero, ¿las formas? ¿Qué cojones? ¿Quién cojones?
Speak the words they wanna hear. Palmaditas en la espalda; y la conciencia grita menos. Make your demons run.
Formas. Una cama, Ella; y un sofá, con ella. No así. No es lo mismo.
Y para rematar la faena, los reproches. (¿Cuántas palmaditas son necesarias para invertir la conciencia?)
Reproches. No hemos hecho nada. Nunca. Se fueron las noches, las lágrimas, los abrazos, los ánimos, de tu recuerdo. Nunca velamos, nunca lloramos, nunca sufrimos...
(Maldito hijo de puta cobarde. ¿Quieres más palmaditas en la espalda? El filo de mi navaja parece agradable al tacto).
Elegancia y estilo. If they only knew.
Bien o mal. Mal. Tú elegiste. El mundo es un pañuelo, y en cada pliegue te encontraré, y tú me encontrarás.
Ni tan siquiera en La Muerte: un cristal que separa dos vidas, dos tiempos, Pasado y Presente. Rehuiste el mirar. Sin Pasado no hay Futuro, ya lo verás.
Mal. Tú elegiste. Risotadas (infames) y carantoñas (impúdicas), y a unos metros de ti, caían, presas del Dolor, casi todas las demás hojas del árbol herido. Refrescaste, a unos metros de un montón de hojas rabiosas, tu gaznate: refresco de cola y deshonor. Nosotros preferimos tragar nuestro llanto: refresco de odio. Tú elegiste. Mal.
Y ahora, ¿qué? Speak the words YOU wanna hear. El mundo es un pañuelo. Reproches ajenos, nunca estuvimos allí, nunca hicimos nada.
Fuck you.
Se trata de elegancia y estilo. No del qué, ni del por qué, sino del cómo.
En fin...